¿Qué es la
miopía ?
La miopía es uno de los defectos visual más comunes y el síntoma principal es la visión borrosa de lejos.
Según el Libro de la salud visual en España 2019, el 67% de la población española reconoce tener alguna anomalía visual y el problema visual más habitual es la miopía, que lo sufre un 28% de la población.
SÍNTOMAS DE LA MIOPÍA
Si cuentas con una visión de lejos poco nítida, o lo que es lo mismo, no ves bien de lejos, puede deberse a que eres miope. Algunos síntomas pueden ser no ver bien definida la imagen de la televisión o los subtítulos. Otros signos de la miopía incluyen la fatiga ocular o los dolores de cabeza. También se puede detectar si una persona es miope cuando ésta entorna los ojos para ver los objetos lejanos.
En el caso de los niños habrá que estar atentos si, por ejemplo, no distinguen bien lo que hay en la pizarra cuando se sientan en las últimas filas de la clase o se sientan demasiado cerca para ver la televisión. Incluso si el pequeño no se queja de problemas de visión, es importante hacerle una revisión anual de la vista para comprobar que ve correctamente.
Frente a cualquier síntoma se debe acudir a un especialista para que éste haga el examen oportuno y determine si es necesario el uso de gafas o lentillas graduadas.
¿Cómo se corrige
la miopía?
La miopía se corrige con lentes negativas o cóncavas, es decir, más gruesas en los bordes que en el centro. Si eres miope, encontrarás un símbolo negativo (-) (delante del valor de la esfera). A mayor valor, más miopía, por lo que engraduaciones altas se recomienda usar lentes reducidas(1.6, 1.67, 1.74), que son más estéticas.
Además de gafas con cristales graduados, se puede optar por usar lentillas, idóneas para graduaciones altas si se quieren evitar cristales gruesos, o combinar ambas soluciones según el momento del día.
¿Puede aumentar
la miopía?
Por lo general, la miopía comienza en la infancia y se tiene mayor riesgo de padecerla si los padres son miopes. Es decir, en muchos casos tiene que ver con factores hereditarios.
En la mayoría de los casos, la miopía se estabiliza en la edad adulta temprana (18-20 años), pero a veces sigue avanzando con la edad.
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Frente a cualquier síntoma se debe acudir a un especialista para que éste haga el examen oportuno y determine si es necesario el uso de gafas o lentillas graduadas.
